El Ecosistema tiene su aplicación inicial en localidades de hasta 5000 habitantes, con un enfoque universal e integral y partiendo de los niveles actuales de conectividad, pilar fundamental para avanzar en los niveles de madurez que establece la propia norma UNE de una forma estándar y homogénea.
Convertir a Castilla-La Mancha en un territorio rural inteligente es una labor conjunta, que se debe conseguir con la suma de esfuerzos entre las diferentes entidades: administraciones públicas e instituciones, empresas, mundo académico e innovador y la propia ciudadanía.
En la consecución de estos objetivos el Ecosistema promueve valores complementarios como son la innovación, la dinamización, la colaboración y cooperación.