Dotar de inteligencia a los edificios públicos con el objetivo de aumentar su eficiencia y sostenibilidad consiguiendo una mejora del servicio que se da a las personas que lo utilizan. Entre las actuaciones a realizar se encuentra la monitorización en tiempo real del consumo de agua, electricidad y climatización, la detección de anomalías en cuadros eléctricos, sistemas de climatización y la regulación automática de estos parámetros. El objetivo final es una reducción del consumo energético, la detección de anomalías en el funcionamiento de los diferentes sistemas y la reducción de las emisiones de CO2 entre muchas otras.